Una alimentación saludable en el trabajo comporta una serie de beneficios que pueden repercutir positivamente en los trabajadores. El beneficio, además, repercutirá tanto en su salud como en su desempeño en el trabajo.
La alimentación debe ser completa y variada para lograr mantener el equilibrio del organismo.
Hay que realizar 5 comidas al día, dedicándole tiempo para una correcta digestión, lleva las comidas y snacks que te tocan consumir en tus horas de trabajo para que puedas mantener tu dieta saludable.
Es necesario beber 6 a 8 vasos de agua al día.
Esto consigue elevar el rendimiento laboral por un adecuado aporte de energía y nutrientes. Además que reduce el ausentismo laboral por enfermedades relacionadas con una alimentación poco saludable.